La práctica formal de la atención plena es un entrenamiento para que ese estado de presencia lo puedas extender a tu vida cotidiana, la idea es que cada momento de tu día a día lo puedas vivir con plenitud. Para ello realizaremos prácticas diarias, si perseveras en ellas te ayudarán a reducir la ansiedad y el estrés.
Todos los días como preparación a la práctica de los distintos poderes, trabajamos unos minutos de "mente atenta"que nos servirá para crear un ambiente de calma que fomente el bienestar general y nos ayude a mejorar la atención y la concentración del alumnado ante las diversas actividades que vamos a realizar.
Las prácticas que realizamos son las siguientes:
- Tranquilos y atentos como una rana. Con esta técnica los niños aprenden a ser más pacientes, a no dejarse llevar por los impulsos, y a mantener la calma. Comprenderán a su vez la importancia que tiene la respiración para poder permanecer en este estado.
- Escucha el silencio: Es una práctica perfecta para comenzar una sesión de mindfulness.
Nos sentamos en círculo o en su silla, con una postura sin tensiones y con la espalda recta sin que esté rígida, para que puedan ir aflojando y relajándose.
Les pido que cierren los ojos y se mantengan tranquilos y atentos hasta que se termine el tiempo, fijándose en las sensaciones que experimentan al inspirar y al espirar en este momento.
- Postura en mente atenta . Es una postura que promueve la calma interior y además está enfocada a una mayor oxigenación del cuerpo e irrigación sanguínea.Se intenta favorecer un estado mental tranquilo, y desidentificado de los pensamientos y emociones que lo ocupan, posibilitando que surja la creatividad, la conexión social, alegría, la atención y rompiendo con el piloto automático.
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