Ya sabemos que dar las gracias es muy importante y tiene múltiples beneficios para nuestros niños.
Vamos a realizar una actividad que tiene un claro propósito: que los niños reflexionen sobre todo lo bueno que hay en sus vidas y agradezcan por ello.
El frasco de la gratitud
Tomamos un frasco transparente, lo decoramos y se convertirá en nuestro frasco de la gratitud.
En pequeños papelitos vamos escribiendo durante una semana todo lo que podemos agradecer, cosas, personas, situaciones, etc. que nos van sucediendo día a día. Doblamos el pequeño papel y lo introducimos a nuestro “frasco de la gratitud”.
Al final de la semana, dedicamos un tiempo para leer los papelitos de agradecimiento. Los invitamos a la reflexión, que descubran todas las cosas, personas o situaciones por las que pueden agradecer.
La idea es posicionarlos del lado optimista y reflexivo, que se den cuenta de lo que tienen y no se enfoquen en lo que les falta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario